"Dejamos en la primera parte desta historia al valeroso vizcaíno y al famoso don Quijote con las espadas altas y desnudas, en guisa de descargar dos furibundos fendientes, tales, que si en lleno se acertaban, por lo menos se dividirían y fenderían de arriba abajo y abrirían como una granada; y que en aquel punto tan dudoso paró y quedó destroncada tan sabrosa historia, sin que nos diese noticis su autor dónde se podía hallar lo que della faltaba (...)
Estando yo un día en le Alcaná de Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un sedero; y como soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía, y vile con caracteres que conocí ser arábigos. Y puesto que aunque los conocía no los sabía leer, anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamiado que los leyese, y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante, pues aunque le buscara de otra mejor y más antigua lengua le hallara. En fin, la suerte me deparó uno, que diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le abrió por medio y leyendo un poco en él, se comenzó a reir.
Preguntéle yo que de qué se reía, y respondióme que de una cosa que tenía aquel libro escrita en el margen por anotación. Díjele que me la dijese, y él, sin dejar la risa, dijo:
- Está como he dicho aquí en el margen escrito esto: Esta Dulcinea del Toboso, tantas veces en esta historia referida, dicen que tuvo la mejor mano para salar puercos que otra mujer de toda la Mancha"
La obra que Cervantes encuentra para seguir copiando venía firmada por un tal Cide Hamete Benengeli historiador arábigo y la tituló Historia de don Quijote de la Mancha. Y además esos papeles y cartapacios que encuentra Cervantes en Toledo justamente continúan con la aventura del vizcaíno, qué suerte.
Sabemos poco de Cide Hamete Benengeli, algunos datos que los historiadores andalusíes consiguieron rescatar de la biblioteca judeo-morisca de Toledo, antes de que ésta fuese destruida por un incendio en 1772. Nació en 1547 en la ciudad turca de Al-jhalam y luchó con las tropas del sultán Mamí en la batalla de Lepanto. Fue hecho prisionero por el Marqués de Santacruz y trasladado a Toledo. Ante la imposibilidad de regresar a su patria, quedó al servicio de un importante caballero de esta ciudad quien se dedicaba la comercio de pieles. Se cree que llegó a conocer a Cervantes después de que éste le escribiera para comunicarle que estaba traduciendo y copiando su obra más famosa.
Se conserva un retrato suyo, elaborado en mosaico con arcillas de diferentes colores y encontrado casualmente en la pared de un comercio de marroquinería, en la ciudad de Esquivias.
TAREA 9: ¿Quién fue Cide Hamete Benengeli? ¿Cuáles, aparte de El Quijote, fueron sus obras más representativas? Quizá vosotros consigáis, con otros métodos de investigación, la historia que se quemó en una biblioteca.