BIENVENIDOS/AS A CERVANTES. AQUÍ SEGUIREMOS DE CERCA LA LECTURA DE EL QUIJOTE (CÓMO NO ) Y DE OTRAS OBRAS SUYAS. MUCHOS SON QUIENES DICEN HABERLO LEÍDO Y POCOS QUIENES LO HAN HECHO DE VERDAD.
"NO HAY LIBRO EN VERDAD TAN MALO QUE NO CONTENGA ALGO BUENO"

lunes, 22 de marzo de 2010

FELICES VACACIONES DE PASCUA

Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.
 2
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres
dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la
tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe
aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede
venir a los hombres. [...] ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de
pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!


 3
-¿Qué te parece desto, Sancho? -dijo don Quijote-. ¿Hay encantos que
valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores
quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo, será imposible.


jueves, 18 de marzo de 2010

ÚLTIMAS PUBLICACIONES Y OTRAS PROPUESTAS

DE BENJAMÍN...
12.- MARCELA Y GRISÓSTOMO
     12.1.- Breve resumen
     En este texto, la pastora Marcela defiende ante varios hombres que la quieren su libertad y su independencia. Hace referencia a su vida en el campo y nos dice que vive en él porque prefiere la soledad para sí. Marcela es una mujer guapa, algo resentida por ello ya que todos los hombres la pretenden, y más aún siendo rica. Por ello es que Marcela abandona su vida en la aldea y marcha al campo, con el ganado.
     Los hombres ante los que ella hace esta proclama la culpan por la muerte de Grisóstomo, enamorado de la pastora.  
      12.2.- Texto argumentativo
     En primer lugar, Marcela comienza atrayendo la atención de sus oyentes, el resto de pastores a los que explicara que ella es inocente por la muerte de Grisóstomo. A éstos les dice que no tiene la culpa de ser bella, y que no por ello está obligada a amarlos.
      Seguidamente nos dice que nació libre, y también que necesita del campo para lograr esa libertad. Aquí también nos dice la pastora que a todos aquellos a los que a enamorado por su hermosura los ha desenamorado con sus palabras.
      Acto seguido dice que, al menos por ahora, ella (en realidad dice que el cielo no la ha querido enamorar)  no ha pensado en enamorarse de nadie y que, además quiere mantener intacta su pureza.
      También nos dice Marcela que ella es lo suficientemente rica como que para buscar las propiedades de un hombre, y que tampoco se quiere vincular con ninguno para el resto de sus días.
      Como conclusión, la pastora dice que se entretiene con otras personas que, como ella, también en el campo y que no lo abandonará hasta que muera (“Tienen mis deseos por término estas montañas, y si de aquí salen, es a contemplar la hermosura del cielo”).

DE CYNTHIA Y NOELIA...
Tarea 12:

En su discurso, Marcela contesta a los versos de Grisóstomo que afirman «es más libre el alma más rendida / a la de amor antigua tiranía». Pero, a la vez, enlaza con los principales presupuestos del discurso –tres capítulos atrás– de Don Quijote sobre la Edad de Oro y contesta a la limitación de opciones que, de acuerdo con la doctrina erasmista, ofrecía el romance de Antonio como alternativa a la castidad. Marcela no elige ni el claustro ni el matrimonio, elige «vivir en perpetua soledad» y lo hace, precisamente, apelando a la «honestidad».



El discurso de Marcela (summa de «bachillería», para muchos críticos) desempeña un importante papel tanto en la estructura particular del capítulo, como en la estructura general del episodio. En efecto, funciona como contestación inmediata a la «Canción de Grisóstomo», que se acaba de leer, y, a la vez, funciona como recolección conclusiva de toda una serie de hilos temáticos que sutilmente se han ido dejando sueltos desde el inicio del episodio en I, 11. De una parte, con la frialdad del silogismo la muy racional Marcela dirigiéndose sólo a los discretos pone en evidencia las contradicciones de los libros de pastores, cuando estos vinculan de manera casi determinista el concepto de belleza a la filosofía amorosa que rige las historias que se narran. El complejo razonamiento de Marcela (complejo por la abundante carga de reminiscencias literarias a las que apela y contra las que se rebela) pretende demostrar que, llevado a su extremo, el neoplatonismo que gobierna los «casos» de amor de la literatura pastoril conduciría irremediablemente al caos («que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cuál habían de parar»). Frente a la «teoría» («todo lo hermoso es amable»), la vida demuestra que «algunas hermosuras alegran la vista y no rinden la voluntad». Lo curioso es que este alegato, contra los fundamentos de la filosofía amorosa de los libros de pastores, lo haga alguien como Marcela, que ha elegido libremente el papel literario del pastor como modo de vida propio. Sin embargo, las cosas pueden resultar más claras para el lector cuando, en su segunda parte, el discurso de Marcela introduce el concepto de «honestidad» y deriva hacia el tema de la libertad, introduciendo ciertas notas contra reformistas extraordinariamente interesantes. Si Marcela elige la vida pastoril como propia lo hace buscando con ello la libertad y no determinada por el amor. En conjunto, el episodio destruye la ficción bucólica y exalta el nuevo mito de la libertad del amor.


 DE AMPARO Y MªBELÉN...

Resumen de Marcela y Grisóstomo                      
Estaban don Quijote y Sancho con los pastores, observando la escena del enterramiento de Grisóstomo, mientras los pastores acusaban a Marcela de ser la causante de la muerte de este hombre.  De repente, aparece por el monte Marcela.
Esta pastora, empieza a contarle a todos su historia, por la cual, rechazó y rechazará a todo hombre que intente concebir matrimonio con ella.
Ella era una hermosa joven de buena familia, a la que a todo hombre enamoraba con su belleza. Pero ella, no quería casarse, deseaba ser libre, y un día, decidió irse al campo y hacerse pastora. Todos los hombres que la cortejaban, eran rechazados sin excepción. Uno de ellos era Grisóstomo, que insistía e insistía para conseguir su amor, pero siempre era rechazado.
Él, desesperado y locamente enamorado, murió. Pero antes de morir, pidió que le enterrasen  en el mismo monte donde Marcela solía dejar pastar a su rebaño; para poder estar siempre cerca de ella.
Por ello, todo el mundo, echaba la culpa de la muerte del pobre enamorado a Marcela, por sus continuos rechazos.
Entonces, para defenderse, ella explica delante de todos que no es culpa suya que él se enamorase de ella por su belleza, ella sólo quería ser libre y vivir en paz, rodeada de sus cabras, el campo, las montañas.... Y no le había dado ninguna esperanza en ningún momento. Fue él quien se mató, él se obsesionó con ella, y tan solo por su belleza, sin ni siquiera conocerla.

TEXTO ARGUMENTATIVO:
Marcela, desde nuestro punto de vista, está completamente en su derecho de negar su amor a todo aquel que no ame. Y más aún si todos  ellos se han enamorado de ella, solo por su belleza, sin tener en cuenta sus sentimientos y sin ni siquiera conocerla. Es decir, que si fuese fea, nadie la querría.
La muchacha tan solo quería ser libre y feliz viviendo sola, sin problemas y sin que nadie mandara sobre ella.
La pobre se sentiría utilizada, como si fuese un objeto hermoso al que todos los hombres quieren poseer. Según se dice, todo lo hermoso es amable, y ella, como es hermosa, tiene que ser cordial con los pretendientes y enamorarse de uno de ellos. Todos insisten sin descanso, tan solo movidos por el deseo de  tenerla, demostrando que tan solo piensan en sí mismos, y les da lo mismo lo que piense la joven.
Ella desde el principio, ha sido sincera y se ha mantenido inflexible, sin dar ningún tipo de esperanza u oportunidad a nadie, pues ella nunca ha amado ni amará a ninguno de esos hombres insensibles, interesados y superficiales. Y para más inri, todo el mundo la acusa de un delito que ella no ha cometido, además de marginarla por rechazar a todos sus pretendientes.
Este tipo de caso era muy común en la época. Es el típico caso que ejemplifica el machismo de la época renacentista.
Si nos pusiésemos en su lugar, cualquiera se sentiría agobiada por las constantes peticiones e insistencias de los hombres interesados.
Nos alegramos de no estar en esa época, y poder disfrutar de una libertad total y poder estar con quien se quiera, sin preocuparte de lo que piense la sociedad.

DE JAVIER Y ADRIÁN A. ...
    • RESUMEN
    En este texto se nos narra como un cabrero estaba anunciando la muerte de un pastor que falleció debido a los amores de una moza muy hermosa, Marcela. Don Quijote que era desconocedor de esta historia se interesó por ella y el pastor con buena intención accedió a contársela.
    Este le contó  que había una chica en aquel lugar llamada  Marcela, hija de Guillermo el rico que quedó huérfana desde que nació y fue acogida por un tío cura que tenía. Marcela crecía muy hermosa y a su edad de casarse rechazaba a cualquier hombre. Entonces  ésta se marchó al campo en hábito de pastora. Tenía muchos pretendientes pero a todos ellos rechazaba y Grisóstomo al no ver su amor correspondido se suicida.
    • TEXTO ARGUMENTATIVO
Marcela defiende que ella no ha tenido nada que ver en su belleza: “Hízome el cielo hermosa”. Pero  no sólo tiene la cualidad de la hermosura , sino también la cualidad de la inteligencia mínima para observar y analizar el valor de las cosas y personas dispuestas alrededor. Ella piensa que no tiene la culpa de rechazar a todos aquellos que aspiran a conquistarla. Ser amada por bella no la obliga a amar al pretendiente. Las razones de Marcela son decisivas: “Puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas las hermosuras enamoran: que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad”. Marcela lucha contra una corriente tan fuerte que sólo su hermosura y su fuerte dignidad pueden garantizarle el estilo de vida deseado. En cuanto a Grisóstomo, el muerto por amor, Marcela sigue siendo la culpable de su muerte: “Bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad … porfió desengañado, desesperó sin ser aborrecido: ¡mirad ahora si será razón que de su pena se me dé a mí la culpa … no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito. El cielo aún hasta ahora no ha querido que yo ame por destino”. Este es un claro razonamiento de porque Marcela no tiene ninguna culpa de no querer a alguien por mucho que la quieran a ella.

DE ALBA Y PABLO N. ...
RESUMEN DEL FRAGMENTO DE MARCELA Y GRISÓSTOMO:
En este texto Marcela  se exime de toda culpa por la muerte de Crisóstomo, aunque haya nacido con una hermosura colosal  y por ello los hombre la amen, ella no está en la obligación de corresponderlos, y además que el hecho de ser hermosa no es motivo para que la amen porque no se puede amar a todo lo hermoso por su belleza sino por su voluntad. El verdadero amor tiene que ser voluntario por lo que Marcela no puede amar por la obligación de que la amen a ella; además ella no ha pedido ser hermosa y no tiene la culpa de serlo. También les dice que la honra es más importante que la belleza exterior, y que ella no puede perder su honestidad fingiendo amar a quien no ama.
En su discurso Marcela se proclama una mujer libre que ha decidido vivir en soledad en la naturaleza, por lo que a todos los que enamora despide con malas palabras para no alimentar sus esperanzas, y esto hizo con Grisóstomo, por lo que a él le mato su testarudez, no las esperanzas que ella le diera. Y además añade que cuando Grisóstomo se declaró ella le dejo bien claro que su deseo era vivir sola, por lo que acceder a amarlo sería ir en contra de sus principios, y al dejarle todo bien claro desde el principio no se la puede llamar cruel.
Marcela aun no ha encontrado el amor, pero no se puede obligar a amar a nadie; y piensa que esta muerte servirá a todos los que suplican su amor.
Porque ella quiere vivir en soledad, cuidando de sus cabras, y sin amar a nadie, dedicándose a sí misma y a la naturaleza.


TEXTO ARGUMENTATIVO:
En este texto Marcela quiere dejar bien claro que ella es una mujer libre y que no se va a obligar a amar a ningún hombre.
Marcela es una mujer que posee una gran belleza, por lo que todos los hombres la persiguen, este hecho ha causado que desee la soledad del campo, donde cuidando de sus cabras y haciendo sus labores esta entretenida y no soporta a ningún hombre, pues estos se enamoran de ella por su exterior, y para Marcela el interior es más importante. Por este motivo ella no puede renunciar a su dignidad y a su honestidad casándose con un hombre al que no ama, por el mero hecho de sentirse en la obligación de hacerlo porque él la ame a ella.
Además la culpan por la muerte de Grisóstomo, a lo que Marcela responde muy bien de una manera tajante. Ella les deja bien claro a los hombres que no tienen ninguna posibilidad con ella, hablándoles de mala manera y con desdén, y si ellos siguen intentándolo por su testarudez, ella no es culpable de ello.
Marcela es una mujer independiente y con unos ideales bien marcados. Su decisión de vivir en soledad es irrevocable, además ella no se siente en la obligación de corresponder los sentimientos de nadie porque sería ir en contra de su dignidad.

DE IVONE Y LUCÍA...
Breve resumen:

Marcela va al entierro de Grisóstomo a dar explicaciones sobre las acusaciones que pesan sobre ella.

Razones argumentadas:

Marcela comienza diciendo que no es culpable de la belleza que le ha otorgado Dios, ni del efecto que causa sobre los hombres, ya que piensan que por el amor que sienten hacia ella, ésta debe corresponderle con el mismo amor. Ella cree que el verdadero amor no se divide, sino que ha de ser voluntario, y no forzoso.
Realiza una crítica sobre la justicia de la fealdad en el hipotético caso que ella lo fuera,
Diciendo: “Si no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amábades?
Hace una comparación con una víbora a la cual se ha otorgado el veneno por naturaleza, en su caso se le ha otorgado la hermosura, ya que no se puede criticar algo natural.
La verdadera hermosura de una persona reside en su interior, por lo tanto lo que de verdad se debe amar es la honestidad, la bondad…
En su discurso destaca la importancia de la verdad, diciendo que no ha sido mala,  sino honesta desde un principio, para dejar de crear estas angustias a los hombres y ser realmente libre se retiró a la vida en el campo, rodeada de naturaleza y sus pensamientos.
En su honestidad le reconoció a Grisóstomo su verdadero deseo, el de vivir en soledad, a pesar de eso Grisóstomo insistió hasta la muerte.
Ella no se considera la responsable de su muerte ya que no se debe llamar cruel ni homicida a aquella persona que no promete, engañe, llame ni admita.
Marcela ama su libertad innata, por querer gozar de ella se ha debido retirar del supuesto destino y aferrarse a su libertad y pensamientos.

  Y LA ÚLTIMA IMAGEN ENCONTRADA DE GINÉS DE PASAMONTE POR ALBA Y PABLO
DE MARÍA Y SORAYA...

Breve resumen:
En este texto se expone el discurso que da la pastora Marcela en el entierro de Crisóstomo, dando a explicar que ella no tiene la culpa de su muerte, exponiendo varias razones por las cuales es inocente de la muerte. Por ejemplo utiliza argumentos como que porque sea hermosa no tiene porque estar con un hombre, que puede ser libre, que en caso contrario no sería igual. También a que la verdadera hermosura es la que hay en el interior, la honestidad y la honra. Luego expone su caso particular con Crisóstomo, diciendo que ella lo desengañó, por ejemplo diciendo que ella nació libre y que por eso decidió vivir sola para ser libre.

Texto argumentativo:
Desde nuestro punto de vista lo que Marcela pretende con el discurso es dejar clara su postura y en parte exculparse de la muerte de Crisóstomo y explica su situación, por ser hermosa, como ellos dicen que es ella, y que la amen, no tiene porque responder a sus peticiones, no hay que responder un amor si no se ama también. Hace referencia a que si ella es guapa y una persona fea le dice que le ame, ella no tiene porque responder ese amor, pero que aun siendo también guapo como ella, los sentimientos pueden ser variados, y que el verdadero amor es voluntario y no forzoso.
Utilizando estos argumentos y alguno más que veremos más tarde la pastora Marcela intenta defender su postura de inocencia,  por ejemplo explica que si fuera al contrario, si fuera ella la fea y ellos los hermosos ella no podría pedirles que la amaran. También expone que lo importante es la honestidad y la honra, que lo hacen a una persona hermosa.
Luego continua con su vida, nombrando que ella nació libre, y que escogió vivir sola para ser libre, ella no es la culpable de que los hombre cuando la ven que se enamoren, porque ella a los que se enamoran con la vista, los desengaña con palabras.
Ya haciendo referencia a Crisóstomo dice que lo desengaño con palabras diciéndole que quería ser libre y vivir en la soledad de la tierra.

DE BENJAMÍN...
TAREA 15: EL ROTO



      ‘El Roto’ es el sobrenombre con el que era conocido Cardenio, el hijo de unos nobles andaluces. Cardenio quería a Luscinda, de igual posición social. Cuando el joven iba a pedir la mano de esta doncella fue llamado por su padre, quien le dijo que el duque Ricardo lo quería como compañero de su hijo, por lo que Cardenio hubo de despedirse de Luscinda, quien prometió que esperaría su llegada. Una vez que Cardenio estuvo con el duque, se hizo amigo de Fernando, el segundo de sus hijos. Éste contó a Cardenio que estaba enamorado de una labradora, a quien se prometió para ultrajar su honestidad. Para olvidar este asunto, el hijo pidió a su amigo que fuesen hasta la ciudad de éste, quien no se negó pensando que vería a su amada Luscinda, aunque e, motivo que llevó a Fernando a hacer este viaje fue permanecer alejado de su padre cuando éste se enterase de lo ocurrido con su vasalla. Cuando sendos jóvenes llegaron a casa de Cardenio, el otro quiso ver a Luscinda. Cuando ocurrió éste hecho, el hijo del duque quedó prendado de la doncella.
      Tras una serie de hechos y de idas y venidas, Luscinda fue prometida a Fernando, aunque ella prometió a Cardenio quitarse la vida si era obligada a casarse con el hijo del duque. Tras el ‘sí quiero’ de ambos, la muchacha cayó en los brazos de su madre. Todos estos hechos fueron contemplados por Cardenio, quien tras estos huyó hasta llegar a la montaña. Allí vivió en estado salvaje, y varias veces montó en cólera ante unos pastores, al igual que pasó cuando hablaba con don Quijote y Sancho.
      Pasado un tiempo, Fernando quedó enamorado de Dorotea, una joven hija de ricos labradores. Los padres de la muchacha consideraron que esta unión no era posible porque el status de cada uno de ellos era diferente, por lo que comenzaron a buscarle un marido. Enterado el hijo del duque de esta noticia, consiguió hacerla perder su pureza durante una noche en la que entró en su casa. Semanas después, Dorotea supo que Fernando se había casado con Luscinda, por lo que se marchó, avergonzada y clandestinamente, a la sierra, que no era otra sino en la que se encontraban don Quijote y Cardenio, quien se enteró de todos estos hechos gracias a Dorotea. En este episodio también intervienen el cura y el barbero, a quiénes Sancho encontró en la venta en la que había sido manteado cuando iba camino de El Toboso para entregar una carta de su amo a Dulcinea. De ésta forma, quedaban don Quijote, Cardenio y Dorotea por aquella sierra debido a sus males de amores.

DE LUCÍA E IVONNE...
Siguiendo su camino, entran por Sierra Morena, de repente Don Quijote se paró y señaló hacia la maleza, en el suelo había una maleta con dinero en su interior, Sancho quiso poseer el dinero pero éste le dijo que fuera cauto, también encontraron una carta de amor. Quedose Don Quijote pensativo mirando una montaña, en ella vio a un hombre en la cima de la montaña, supuso que éste sería el dueño lo todo lo que había encontrado, por ello se decidió ir en su búsqueda.
Montado en su caballo y Sancho a sus espaldas marcharon hacia la montaña, en el camino se topan con una mula muerta, Don Quijote da voces llamando al hombre, al bajar de la montaña éste pregunta por la mula, ya que desconoce a su dueño, y la maleta no la ha querido coger por si era acusado de hurto. El hombre era un cabrero, le contó la historia del hombre, la maleta y la mula, Don Quijote quedó sorprendido de la locura de aquel misterioso y loco hombre, se propuso salir en su búsqueda para poder llevarlo a algún lugar donde pudieran curarle la locura. Con suerte apareció este personaje caminando y hablando solo, saludó con cortesía y Don Quijote lo abrazó como si lo conociera, se asombraron mutuamente.
Desde entonces este personaje es llamado “el Roto de la Mala Figura”, decidió contarle su historia a Don Quijote a cambio de comida, les pidió que no le interrumpieran pues sino ahí dejaría su triste historia.
Les cuenta que Cardenio enamorado de una bella dama llamada Luscinda, ha de marcharse a servir al duque Ricardo, justo cuando iba a concertarse su boda. En su destino, se hace amigo de Fernando, el hijo del duque, que se confiesa enamorado de una labradora; a la cual no obstante olvida tras recibir sus favores. Cardenio viaja a su tierra con Fernando, y éste conoce a Luscinda.
En un momento Cardenio nombra el libro de  Amadís de Gaula, por lo que don Quijote le interrumpe, Cardenio enloquece, pelea con Don Quijote, Sancho, y el cabrero, acto seguido se marcha a la montaña.
Don Quijote rendido y molido, con apariencia malherida decide ir en su búsqueda queriendo seguir las aventuras de Amadís, le encomienda a Sancho llevar una carta a su amada Dulcinea donde le muestra amor por medio de sus locuras, ante su decisión Sancho le llama señor Caballero de la Triste Figura.
 
DE AMPARO Y MªBELÉN...
TAREA 15: Resumen de la historia de Cardenio y Luscinda.
Cardenio era un andaluz de familia noble. Desde pequeño, estaba enamorado de Luscinda.
Su amor era correspondido, pero cuando iba a ir a pedir la mano al padre de la doncella, su propio padre le dijo que tenía que irse a servir al hijo del Duque Ricardo, Fernando.
Se despidió dolorosamente de su amada y fue a servir a Fernando. Se hicieron tan amigos, que Fernando le contó que  se había enamorado de una campesina, Dorotea. Ésta, a pesar de sus constantes insistencias, no cedía, pues sabía que su honra estaba en peligro, además de sus deferencias sociales. Finalmente, engañada por su criada, Fernando consiguió entrar, y la estrechó en sus brazos y las mentiras se volvieron verdades con sus hermosas palabras.
Aquella noche, Dorotea cedió y dejó de ser doncella. A la mañana, él se fue y le dejó como muestra de su amor y fidelidad un anillo. Pero ya no lo vio más, pues este ya había conseguido lo que quería.
Cardenio, al conocer la historia, le insistía constantemente para que no obrase de tal deshonrosa forma. Fernando, finalmente, tomó la decisión de ir a casa de Cardenio para olvidarse de la campesina y estar lejos cuando su padre se enterase de lo que había hecho. Cardenio, así aprovecharía para ver a su amada Luscinda.
Al presentársela a Fernando, éste se enamoró de ella y muy astuto, le ordenó a Cardenio que fuese a casa de su hermano  para pedirle dinero para comprar seis caballos.
La noche anterior al viaje, Luscinda no hacía más que llorar. Cardenio creía que lloraba por la separación, pero en realidad, la causa era la traición que se escondía tras él.
Al cuarto día, Cardenio, que estaba en casa del hermano de Fernando, recibió una carta de Luscinda. En esta decía que Fernando le había pedido por esposa y su, padre, como juzgaba mejor partido al duque que a él la boda se celebraría en dos días en secreto.
Cardenio, volvió al galope para impedir la boda.
Cuando llegó, Luscinda ya estaba vestida de novia, su padre y su futuro esposo la esperaban en la sala. Esta le dice a Cardenio que tiene una daga con la que se daría muerte si se celebraba la boda.
Cardenio, como se conocía la casa, se escondió en el hueco de una ventana para poder presenciar la boda. 
Cuando el cura le realizó la pregunta de si quería a Fernando como esposa, todos esperaban una respuesta, Cardenio, esperaba que dijera la verdad o que se sacara la daga para darse muerte.
Después de un silencio, ella, con voz desmayada, dijo el  “sí, quiero”.
Cuando se intercambiaron los anillos y Fernando fue a abrazarla, Luscinda se desmayó, cayendo en los brazos de su madre.
Al observar la escena, Cardenio, sintiéndose engañado y desolado, se marchó de la iglesia, y volviéndose loco, se retiró en la soledad del campo. A partir de ese momento, los campesinos del lugar lo apodaron “el Roto de la Mala Figura”.

Los dos desdichados (Dorotea y Cardenio) vagaron por los lugares, solos, hasta que ambos, cruzaron sus caminos al encontrarse con Don Quijote.
Todos se fueron a descansar a una posada, y dio la casualidad que llegó un matrimonio que discutía. ¡Eran Fernando y Luscinda!
Dorotea presentando la escena cayó al suelo desmayada, y Cardenio, que se habían escondido, observó la escena, hasta que no pudo soportarlo más, salió y descubrió su cara. Luscinda al verlo, quiso ir a abrazarlo, pero Fernando la agarró, impidiéndoselo.
Dorotea, que se había despertado, corrió y se arrodilló a los pies de Fernando y le suplicó que se quedase con ella, porque él ya era de ella, y ella de él, pues su honra ya se la había quitado.
Fernando, al escuchar las bellas y convincentes palabras de la hermosa Dorotea, soltó a Luscinda, que fue corriendo a los brazos de Cardenio, su único amor.
Fernando, finalmente convencido, levantó a la desconsolada Dorotea, y le prometió que sería su esposo y que la amaría tal y como amaba Cardenio a Luscinda.
Todos, lloraron de contento al ver el buen final de esta truculenta historia de amor.
FIN

viernes, 12 de marzo de 2010

REGRESO A CASA (FIN DE LA PRIMERA PARTE)

¡Por fin! Se acerca el final de la evaluación y de nuestro trabajo. La última tarea es fácil. Don Quijote regresa a casa pero no como él hubiera querido, sino por la fuerza, maltrecho y enjaulado. Sancho ha sacado algún provecho de sus aventuras aunque no haya sido nombrado gobernador de ninguna ínsula y le dice a su mujer: "No hay cosa más gustosa en el mundo que ser un honrado escudero de un caballero andante buscador de aventuras, aunque, de cien, noventa y nueve salen torcidas. Pero es cosa linda atravesar montes, visitar castillos y alojarse en ventas sin pagar un maldito maravedí". Finalmente, se ha contagiado del entusiasmo de su caballero don Quijote y ha descubierto algo de mundo. Los críticos han escrito mucho sobre este tema: la "quijotización" de Sancho y la "sanchificación" de don Quijote.
Espero que vosotros os hayáis "quijotizado" un poco también. Yo, por mi parte, os seguiré advirtiendo sobre los gigantes que encontréis por el camino, más que nada para que el porrazo sea lo más leve posible.
La última tarea (TAREA 20): 
Resumir el final de la obra (capítulo 14) y escribir un comentario crítico sobre el siguiente tema: ¿Existen Quijotes en nuestros días? ¿Cuáles serían los engaños, ilusiones, falsedades...contra los que escribiría Cervantes? . Esta tarea la enviáis al correo.
Seguiremos trabajando el libro en clase y podréis expresar vuestro parecer de la manera que más os interese: pintando, dibujando, escribiendo, cantando... Tanto si os ha gustado como si no. 
Ahí van algunos ejemplos de lo que podéis (sabéis) hacer. Pintura, música, poesía...
Gracias por haber colaborado en este blog.


Poema Las Confesiones De Don Quijote de Luis García Montero


Casi nadie me llama por mi nombre,
vulgar y cotidiano como la rebeldía.
Prefieren otorgarme
la nobleza ridícula que yo mismo elegí,
el título de un pobre caballero,
de una triste ilusión,
y me recuerdan hoy
por el delirio de mis noches,
alunado, valiente
en la cabalgadura de los sueños
al confundir gigantes y molinos.
No les resulta fácil
convivir con el nombre de las cosas.
El dolor y el desvelo
convierten los rebaños en batallas,
las cuevas en enigmas
y la fealdad inhóspita en belleza.
Hermosa y respetable es la locura,
como la débil caridad del sueño,
hasta que descubrimos
las razones del Duque,
que invita al soñador y hace volar al loco
para fundar las normas de su corte,
las risas y los pleitos
que pudren corazones cortesanos.
Y ya no somos sombras,
sino cuerpos sin sombras,
ojos sin nadie
que viven en un reino de fantasmas
y han borrado las huellas de sus nombres
con un guante de plástico,
prendidos al vacío,
entre rosales pulcros y espinas bien cortadas,
como el jardín de un manicomio.
Madreselvas y lilas
alrededor de las preguntas
y de las soleadas canciones de los médicos.
Soy Alonso Quijano.
Yo recordé mi nombre en Barcelona,
después de ver el mar, de visitar la imprenta
y descubrir la farsa de mi vida
en la hospitalidad de los que hoy
repiten sin saberlo aquel destino
por el que me humillaban.
Fui derribado por mi propia burla,
cuando el azul del mundo,
en vez de gallardetes y clarines,
gastó la realidad de una palabra
para contar la arena
de los duelos perdidos
con los representantes de la luna.
Esta tare de junio y de San Juan,
en esta solitaria habitación de hotel
que nos buscó el azar de la poesía,
regreso a Barcelona,
a importunarte con mis confesiones,
porque sigues ahí,
en lugar de la ficción,
suspenso una vez más,
delante del papel,
con el bolígrafo apuntando al cielo,
la mano en la mejilla
y el codo en el bufete.
Porque resulta hermosa y respetable
la caridad del sueño,
se han celebrado mucho mis hazañas.
Pero si quieres verme,
más allá de los himnos de mi triste figura,
y saber cómo fui
en el paisaje oscuro de mi tiempo,
o cómo soy ahora
entre las libertades de tu siglo,
abre el balcón y asómate a las Ramblas.
Pasa la multitud, cumple la historia
de sus mercados y sus oficinas.
Hay hombres y mujeres
que cambian de argumento al detener un taxi,
besos que sólo con una frontera
para volver a un domicilio,
colecciones de barcos que se olvidan
en una mesa de café
y gentes consagradas a fundirse
bajo la luz ambigua
en la llanura de sus movimientos.
No montan el caballo de los héroes,
pero están convencidos
de su programación,
de sus constituciones y sus leyes,
igual que yo creí
en mis novelas de caballería.
El retablo del mundo
sustituye las noches
por la historia medida de las noches,
y la luz de los ojos por la sed de las cámaras,
y la piel por un hueco
que las manos dibujan en el aire.
Exígeles a la vida que te enseñe
a distinguir el mar del oleaje
que expulsa los desechos junto a las caracolas.
Al llegar a mi aldea
quise apretar el campo con los dedos
hasta sentir su araña
al lado de mi nombre,
la tarde que resiste en cada sílaba
dorada por la lluvia y el sol de la experiencia.
Volver será el oficio del amor,
incluso en un lugar impertinente.
Regresa tú también,
aprieta con tus manos el silencio
del último rencor
hasta sentir la caracola
que ha guardado la culpa y la inocencia
junto a la voz del mar,
esta canción añil
de los saludos y el adiós
que todavía compartimos.
Y que tu soledad camine por la casa,
vuelva de cuarto en cuarto
dejándose las luces encendidas,
por si alguien las ve,
y no quiere apagarlas,
y pregunta la historia que han escrito en su rostro,
las huellas de su nombre
vulgar y cotidiano como la rebeldía.
Como la rebeldía de la gente
que se atreve a vivir
fuera de las haciendas encantadas.


VENCIDOS - LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar...
va cargado de amargura...
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar...
va cargado de amargura...
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar...

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
va cargado de amargura...
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura
en horas de desaliento así te miro pasar...
y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura
caballero derrotado,
hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...








lunes, 1 de marzo de 2010

EL CURIOSO IMPERTINENTE Y OTRAS HISTORIAS DE SOLDADOS

 

Las imágenes  pertenecen al final de la película "Alatriste", la batalla de Rocroi, en 1645. Son significativas porque reflejan la vida de los soldados de aquellas época, tercios en Flandes o lejos de su hogar, que defendían el honor de un rey y de una patria en decadencia. Es una buena película y refleja "las armas" a las que refiere Cervantes, también el honor y la defensa de la dignidad personal. Sobre  "las letras" de Cervantes, poco queda por decir.
Estamos llegando al final de nuestra historia, el curioso impertinente y el capitán cautivo... Aquí confluyen varias novelas (en el sentido italiano del término) o relatos breves que Cervantes quería mostrar en su obra. Vamos a resumirlas por partes:
TAREA 17: Resumen de la novela "El curioso impertinente" (ojo, me he leído todos los que circulan por la web)
TAREA 18: Resumen de "El capitán cautivo" (lo mismo)
TAREA 19: Discurso de don Quijote sobre las armas y las letras. Os apunto un enlace para que escribáis un texto argumentativo sobre él. ¿Qué es mejor la vida del soldado o la del estudiante? Esta tarea la enviáis al correo.
http://www.educando.edu.do/sitios/PNC2005/recursos/recursos/lengua_espa%C3%B1ola/literatura/cervantes_vida%20+obras/quij0048.htm

¿OS ACORDÁIS DE ÁNDRÉS?

 Sí, aquel muchacho (pobrecico) a quien don Quijote salva de los azotes de su amo por haberle perdido unas ovejas. Bien, vuelve a aparecer en nuestra historia.
TAREA 16: Explicad el encuentro entre don Quijote y Andrés y qué conclusiones pueden sacarse de éste. Aquí os apunto un enlace para saber más...

http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/VG6AMN69DDJ7V6JMVUPXSB7MERCL9I.pdf